Empezaba el mes de octubre del 2006, habían pasado cerca de 6 meses sin salir de Lima, ya me sentía algo asfixiado por la vorágine y smoke de la ciudad, y peor aun con las vacaciones que no llegaban, así que no dude en tomar un Full day fuera de Lima. Uno de esos paseos que te desconectan y por pocas horas te hacen creer que estas en un largo viaje. Le propuse la idea a una gran amiga; y cerrado el trato y destino salimos el 1er día de Octubre para empezar el último trimestre del año con fuerza.
El destino no fue fácil de elegir, ya que cerca de Lima existen muchas alternativas de viaje y aventura, como Canta, Obrajillo, Lunahuana, Azpitia, Antioquia, Lachay, entre otros lugares. Sin embargo, dado mi interés por conocer la Cultura de nuestro país, decidí el rumbo norte, hacia Caral y Bandurria, ciudades que se consideran como las más antiguas de América (cerca de 5.000 años de antigüedad).
Llegamos al punto de encuentro muy temprano, cerca de las 7.30am. Allí esperaba el bus que estaba lleno de personas con la misma necesidad de desconexión que nosotros, partiendo todos juntos a las 8am máximo. El viaje fue un poco largo, ya que primera etapa, salir solo de Lima, nos tomo cerca de 1hr y media, para luego, en carretera rumbo al norte chico, pasar por las ciudades de Ancón, Chanchay, Huacho, Huaura y Vegueta (km 160 aprox.), donde tomamos un desvío a la derecha, terminando el asfalto y empezando caminos de tierra. Aquí subió un guía de la zona y nos mostro un Cuchimilco, una estatuilla que pertenecía a la Cultura Chanchay. Este sería una muestra del inicio de todo lo que conoceríamos en nuestra aventura por el Norte chico. Y en pocos kilómetros, llegaría uno de los platos fuertes, la Ciudad de Caral.
Llegamos al punto de encuentro muy temprano, cerca de las 7.30am. Allí esperaba el bus que estaba lleno de personas con la misma necesidad de desconexión que nosotros, partiendo todos juntos a las 8am máximo. El viaje fue un poco largo, ya que primera etapa, salir solo de Lima, nos tomo cerca de 1hr y media, para luego, en carretera rumbo al norte chico, pasar por las ciudades de Ancón, Chanchay, Huacho, Huaura y Vegueta (km 160 aprox.), donde tomamos un desvío a la derecha, terminando el asfalto y empezando caminos de tierra. Aquí subió un guía de la zona y nos mostro un Cuchimilco, una estatuilla que pertenecía a la Cultura Chanchay. Este sería una muestra del inicio de todo lo que conoceríamos en nuestra aventura por el Norte chico. Y en pocos kilómetros, llegaría uno de los platos fuertes, la Ciudad de Caral.
Eran las 11.30am, y después de un poco de offroad en un camino de tierra afirmado, salimos entre algunas dunas, y llegamos a la esperada Ciudad de Caral. El Sol de medio día, te cocinaba en la arena, así que una gorra era la mejor opción del momento. Bajamos del Bus, y mientras esperábamos nuestro turno, conocimos a la guía que nos llevaría a conocer todo el recinto arqueológico. Tome unas fotos en la plazoleta que tenía una piedra tótem al centro y sin más, empezó la caminata.
Todo el recorrido duro cerca de 1 hora y media bajo un implacable calor, conocimos el Templo del Anfiteatro, Edificios Piramidales La Huanca y La Galería, así como el Monolito La Huanca, entre otros Edificios Piramidales y Conjuntos Residenciales. Las fotos no podían faltar, así que trate de llevarme las mejores tomas del centro arqueológico, sin embargo, la foto nocturna con la ciudad definida por cientos de antorchas, quedaría pendiente para una próxima visita. En Caral, la caminata como experiencia fue increíble, ya que las pirámides se encuentran en buenas condiciones y se puede apreciar toda la arquitectura y diseño de la Ciudad. Creo que no había podido elegir mejor el destino, ya que no solo estaba conociendo un poco más sobre el Perú, sino que estaba dentro de un lugar, que dentro de 3 años (2009) seria reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Cerca a la 1.30pm, salimos rumbo a Huaura, donde hicimos un pequeño City tour, conociendo el Balcón de la Independencia, lugar donde se proclamó por primera vez la independencia del Perú (meses antes al 28 de Julio de 1.821). Y recorriendo la ciudad, observando algunas casonas antiguas y plazas que se remontan a la época Republicana. Terminada esta corta visita, llegamos a la ciudad de Huacho donde fuimos a un restaurante que incluía piscina, juegos y un mini zoológico, por lo aparte de recuperar fuerzas con un buen almuerzo, estuvimos entretenidos con los pingüinos, pavos reales y unos divertidos monos.
Finalmente, luego de un poco de descanso, nos dirigimos al malecón de Huacho para tomar las fotos de rigor en el mirador, e iniciar el retorno hacia Lima, no sin antes hacer la segunda parada de importancia en la Ruta, el Centro arqueológico de Bandurria. Lugar que estaba en pleno desarrollo, ya que recién se estaba desenterrando y limpiando para poder apreciar bien los restos de esta antigua ciudad.
Llegamos a Bandurria cerca de las 5.40pm y nos recibió un fuerte viento, así que todos con ropa abrigadora iniciamos el pequeño recorrido. Aquí solo se podía observar una pirámide que estaba desenterrada parcialmente y una especie de anfiteatro donde seguro al igual que en Caral, se hacían celebraciones con fuego. Luego de algunas explicaciones del guía, terminamos el recorrido al ras de un acantilado, donde en la parte baja esta la Albufera Paraíso con muchas aves en ella, haciendo una hermosa vista que agrupaban la caída del sol, la Playa y la Naturaleza. En este punto, ya empezaban a sentirse los últimos minutos de aire puro y desconexión total, así que luego de unas buenas fotos, iniciamos el retorno hasta lima, arribando cerca a las 8.30pm.
En resumen, este viaje había servido para reencontrarme con la naturaleza e historia sin moverme mucho de mi lugar de origen, olvidando por un momento el trabajo en el caos capitalino. Y comenzar a calentar los motores para la próxima aventura, que me llevaría a lo largo de gran parte de la selva del Perú.
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